Vie, 19 abril 2024
 
15/4 – Lluvia registrada en Salto (12 al 16/4): 146 mm. Otros datos: Monroe 160, Arrecifes 98, Cnel Isleño 128, R Cano 103, Los Ángeles 160, Arroyo Dulce 139, Pergamino 125, Castilla 134, Berdier 150, Gahan 145, Hunter 112, Rojas 117, Inés Indart 124, El Crisol 103, La Invencible 106.
13/4- La cosecha de soja tiene un avance no mayor al 20 por ciento en el partido de Salto. Los rendimientos, hasta el momento, son muy buenos. En el caso del maíz de primera, el porcentaje cosechado supera el 80 %. Los rendimientos fueron desde aceptables hasta muy buenos.
Se cumplen 7 años del récord alcanzado por el río Salto. En la tardecita del 14 de abril de 2017 la marca llegó a 9.63 metros.
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MeteoSalto es un proyecto que se inició hace 8 años en la zona periurbana de Salto, con el objetivo de contar con datos meteorológicos propios, complementando la tradición familiar de registros de lluvias que datan de hace 73 años. La instalación de la primera estación meteorológica en la zona periurbana ocurrió el 1 de agosto de 2015, después de haber realizado algunas pruebas domésticas.

La elección del emplazamiento de la estación fue cuidadosa, evitando edificaciones cercanas y árboles que pudieran afectar la calidad de los datos. En un principio, los datos obtenidos por esta estación coincidieron con otras estaciones ubicadas en zonas alejadas de centros poblados y sin influencia urbana, lo que proporcionaba mediciones más precisas (especialmente para el uso agrometeorológico). Para abordar este desafío y mantener la precisión de los datos, MeteoSalto tomó la decisión de instalar una segunda estación en la zona rural (MeteoSalto II). Esto ocurrió el 10 de abril de 2018. La comparación con MeteoSalto I mostró una gran paridad por un año y medio, momento en el cual comenzó a modificarse el paisaje suburbano donde se encontraba MeteoSalto I. Se notó un aumento de temperaturas mínimas a medida que las construcciones se acercaban a la Estación. A partir de ese quiebre solo se mantienen estadísticamente los datos de la Estación MeteoSalto II, la cual es todos los días comparada con al menos 8 estaciones de la zona para corroborar que sus desvíos (si los hubiera) no fuesen significativos.

Este proceso resalta la importancia de contar con estaciones meteorológicas bien ubicadas y distribuidas para obtener datos confiables y precisos en diferentes áreas, considerando la influencia de los factores urbanos en las mediciones climáticas. Asimismo, nuestro proyecto MeteoSalto ha contribuido significativamente a la recopilación de información meteorológica local, proporcionando datos útiles para diversos análisis relacionados con el clima aplicado a la agricultura de la región.

Mario Picazo, presentador de la TV en España hace una pintura de su viaje a Siberia y describe la vida en el pueblo más frío del mundo. Se llama Oymyakon y está en el corazón de Siberia, Rusia. En este remoto pueblo de unos 900 habitantes la temperatura mínima ha llegado a los 71,2 grados bajo cero. Así es la vida en el polo del frío. Oymyakon es un pequeño pueblo, escondido en lo más profundo de Siberia y ostenta el récord de la temperatura más baja registrada en un municipio. En enero de 1926, el termómetro del pueblo llegó a marcar una mínima de 71.2°C bajo cero.

Oymyakon y Verkhoyansk en Siberia son los únicos dos lugares habitados en el mundo que han registrado temperaturas por debajo de 60.0 °C bajo cero cada día en enero. La temperatura media máxima en Oymyakon en enero es de -42°C y la media mínima es de -50°C.

Para llegar a Oymyakon hay que conducir 17 horas por la congelada autopista de Kolima o carretera de los huesos. Conecta Yakutsk, en Siberia oriental, con Magadán, a orillas del mar de Ojotsk. Bajo ella están los cuerpos de miles de presos que la construyeron.

Allí la gente vive de la minería. Recibe dinero del estado por la extracción de oro y tiene minas de antimonio. La cría de ganado y de caballos es otra de las actividades económicas de la población. También hay pescadores y cazadores de renos y alces.

En Oymyakon los coches duermen en garajes con calefacción ya que los motores no arrancan a -20 °C y menos a -50 °C. Si no tienes garaje, lo dejas fuera durante el duro invierno y al llegar la primavera algunos prenden una hoguera debajo para descongelarlos.

Hay calefacción para todo el pueblo gracias a una central térmica que sirve a todos y que funciona con carbón las 24 horas del día. Las casas están muy bien acondicionadas para el frío pero no tienen agua corriente, porque se congelan las tuberías.

En Oymyakon los niños no pueden estar fuera cuando la temperatura baja de -68 °C. A -49 °C pueden jugar en la calle solo durante 20 minutos. Un mes al año no van al colegio porque la temperatura está por debajo de -54 °C.

La dieta es más carnívora que otra cosa, porque no hay mucha fruta y verdura por su elevado precio. Entre sus especialidades culinarias esta la carne de venado, de ternera y potro. También se come pescado crudo y sangre de caballo con pasta.

En Oymyakon hay tienda, café, club, biblioteca, museo, farmacia y desde hace unos años internet. También hay un pequeño hospital con médicos de atención primaria y pediatría.

Todo está congelado durante los largos meses en los que la temperatura no supera los 0 °C. Aunque por las tuberías corre agua caliente en un circuito cerrado, si quieres agua, tienes que ir al río y traerte bloques de hielo, y descongelarlos al calor del fuego.

Oymyakon es el auténtico polo del frío en el hemisferio norte. Dice la leyenda que allí nace el invierno y lo recoge Papa Noel para repartirlo por toda Europa.

 

Un día como hoy pero en 1986 tenía lugar el accidente nuclear de Chernobyl , el más grave de la historia, en la central nuclear Vladímir Ilich Lenin, ubicada en el norte de Ucrania, país que pertenecía en ese momento a la URSS. Sus consecuencias serían desastrosas

La explosión en el reactor número 4 de la central nuclear durante un ensayo rutinario de seguridad, causaría 30 víctimas directas justo después del accidente y varias décadas de fallecimientos causados por las secuelas radiactivas de este desastre.

Se produjeron una o dos explosiones sucesivas, seguidas de un incendio, que volaron la tapa del reactor de 1200 toneladas. Esto expulsó una gran cantidad de material radiactivo a la atmósfera creando una nube radiactiva que afectaría a gran parte del Europa entre otros

Del cóctel de radionúclidos que se liberó, los más importantes a nivel radiológico fueron los productos de fisión yodo131, cesio134 y cesio137. El primero tiene una vida media corta de unos 8 días, pero tiene gran impacto radiológico sobre todo en la tiroides

El segundo cuenta con una vida media de 2 años y el último, el cesio 137, tiene la mayor vida media de todos: 30 años. Además, hay que sumar la presencia de isótopos especialmente duraderos como estroncio 90 o plutonio 239 y 240, este último con una vida media de 24.100 años.

El primer lugar donde se detectó radioactividad fue en Suecia, en la central de Forsmark, el 28 de abril de 1986 —tan solo dos días después. Lo primero que pensaron es que el accidente se había producido allí mismo y no a 1.100 kilómetros de distancia.

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Pero ¿cómo pudo llegar tan lejos la nube radiactiva? La atmósfera tiene la respuesta. En aquel momento gran parte de Europa se encontraba bajo la acción de un potente anticiclón en Centroeuropa.

Este arrastró, debido a sus vientos de sudeste en Ucrania, las partículas radiactivas hacia las zonas más próximas a este país, pero también hacia países situados al oeste y noroeste de este como Bielorrusia, Polonia, Checoslovaquia y Ucrania.

Este arrastró, debido a sus vientos de sudeste en Ucrania, las partículas radiactivas hacia las zonas más próximas a este país, pero también hacia países situados al oeste y noroeste de este como Bielorrusia, Polonia, Checoslovaquia y Ucrania.

En los años 90 se llevó a cabo un amplio estudio de la contaminación por cesio-137 de Chernóbil. Los resultados indican que alrededor de 3.900.000 km2 de Europa estaban contaminados por cesio-137), que es el 40% de la superficie de Europa.

A todo se le unió la lluvia radiactiva que se produjo en los siguientes días al accidente. Ocurrió por ejemplo en la ciudad de Novozybkov, al oeste de Rusia donde el viento intenso y las lluvias produjeron,3 días después, graves enfermedades

Se estima que la radiación causada por la explosión del cuarto reactor de la central de Chernobyl fue 200 veces mayor que la liberada en las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki y se considera el peor desastre nuclear de la historia.

Texto de Mar Gómez @MarGomezH

Doctora en Físicas. Responsable del área de meteorología de @eltiempoes También en @COPE_es@NatGeoEsp@_fm europa

Un sistema de mal tiempo se instala en nuestra zona, alimentado por la humedad del anticiclón del Atlántico. De acuerdo a los diferentes modelos (europeo, alemán, norteamericano y australiano) lloverán entre 50 y 150 mm. Hasta el 28 de abril estos son los pronósticos:

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FUENTE: METEOROLOGIX.COM

Durante los últimos 69 años cada mes tuvo su «momento de fama» con las precipitaciones. Desde el reciente record de enero de 2019 que superó por 1 mm al enero de 1953 hasta mayo del 51 que con 242 mm mantiene la mayor marca para el quinto mes del año, y es la más vieja con vigencia.

El valor máximo cumplió 31 años y es marzo de 1988 que acumuló aquel año 464 mm.

El gráfico nos repasa y recuerda cuando cada mes tuvo sus lluvias records.

La tarde del 2 de julio terminará anticipadamente. La Luna se interpondrá entre el Sol y nosotros, y alrededor de las 16:35 comenzará a oscurecer llegando el punto máximo a las 17:45. Luego la Luna se «moverá» pero el Sol ya estará poniéndose en el horizonte y prácticamente no volverá la luz solar durante ese día.

Salto tendrá el privilegio junto con un puñado de ciudades argentinas y chilenas de ser testigo de la fase total del eclipse solar. El mapa muestra claramente la franja (de unos 190 km de ancho) donde el eclipse será total. El inicio del eclipse parcial será como quedó dicho a las 16:35. Se extenderá hasta las 18:45 momento en el cual ya estaremos en plena noche y no advertiremos que la Luna ya no se interpone ante el Sol.

En Salto el punto máximo será a las 17:44 y durará 1 minuto y 51 segundos. Durante ese lapso la oscuridad será prácticamente total.

En forma parcial y con una intensidad que irá en disminución a medida que nos alejemos de la franja de cobertura total, la sombra de la luna abarcará el este del océano Pacífico y prácticamente toda Sudamérica.

Un eclipse total de Sol se repite en el mismo punto terrestre aproximadamente cada 375 años. Será un hecho único para quienes tenemos el privilegio de estar en Salto en este 2019. Cada uno de nosotros podrá dejar testimonio de ese momento para las próximas generaciones que habiten nuestra ciudad.

El año que viene, el 14 de diciembre, Argentina volverá a tener un eclipse solar. Será total al norte de la Patagonia, y en nuestra latitud la cobertura del sol será de un 87%. Se dará en horas del mediodía, alrededor de las 13.

MeteoSalto diariamente hasta el 2 de julio brindará información adicional sobre este evento en los Tickers Cabecera y Columna que aparecen en esta página.

¿Llovió el 25 de mayo de 1810? ¿Por qué «El Sol del 25»?
El texto del historiador Miguel Ruffo pone el ojo en los eventos meteorológicos de la Semana de Mayo. 
¿Llovió durante la Semana de Mayo? ¿Había paraguas en 1810? Si llovió, ¿cómo explicar la expresión “el Sol del 25 de Mayo”?

Respecto del día 22 de mayo, cuando se realizó el Cabildo Abierto, en el Museo Histórico Nacional (MHN) se ha conservado un interesante testimonio escrito. Se trata de una de las esquelas de invitación cursadas por el propio Cabildo de Buenos Aires a los vecinos de la ciudad para que participaran del encuentro. El vecino en cuestión era Pedro Díaz de Vivar, quien no asistió a la asamblea del 22 por estar el día lluvioso. En la esquela impresa que lleva por identificación la expresión: “Invitación al Cabildo Abierto del 22 de mayo de 1810, extendida a nombre del Sr. Pedro Díaz de Vivar”, se lee además, manuscrita a tinta, la siguiente explicación: “Por aver llovido el 22/no fui al cavildo, teme/roso de la humedad, y/ frío. Fui con mi hijo/ Marco el 23 a las 9 ½ de/ la manana [sic], pasamos/…el/ hermano del Aguacil/Mayor Mancilla, y nos/respondió el Exmo. Cavil-/do que ya era tarde, porque/estaba cerrada el acta” [se respeta la grafía original]. Así pues, el 22 de mayo llovió. Pero ¿qué decir del 25? 
Vicente Fidel López, en su Historia de la República Argentina, dice que el 25 de mayo de 1810 “la tarde estaba lluviosa y destemplada; el piso de toda la ciudad era un empapado barrial. Las veredas escasas y de malísimo ladrillo sobrenadaban en un fondo acuoso e insubsistente. Pero a pesar de todo eso, la plaza se llenó en un momento de damas y señoritas, con los colores celestes que distinguían el penacho tan popular de los Patricios”. 
Y para quienes puedan creer que como esto fue escrito hacia 1883 y su historiador era adepto a la historia filosófica y a la revalorización de las tradiciones orales, y que pudo haber cometido un error a tantos años de distancia, basta citar para refutarlos la propia Acta del Cabildo del 25 de Mayo, donde leemos: “Con lo que se concluió la acta de instalación, retirándose dicho Señor Presidente, y demás SS vocales, y Secretarios de la Real Fortaleza por entre un inmenso concurso con repiques de campana, y salva de Artillería en aquella, a donde no pasó por entonces el Excelentísimo Cavildo, como lo havía egecutado la tarde la instalación de la primera Junta, a causa de la lluvia que sobrevino, y de acuerdo con los Señores Vocales, reservando hacer el cumplido día de mañana y lo firmaron de que doy fee” [se respeta la grafía original]. Por consiguiente, también llovió el 25 de Mayo. Pero nos resta responder una última pregunta: ¿había paraguas? 
En un trabajo publicado en 1960, el historiador Enrique de Gandía escribe: “Los regidores presenciaron el espectáculo divulgado por miles de láminas: una pequeña parte del pueblo de Buenos Aires –quinientas personas sobre un total de sesenta mil habitantes que tenía la ciudad–, reunida frente al Cabildo. Lloviznaba, y mucha de aquella gente tenía los paraguas abiertos. Pintores contemporáneos han criticado a sus colegas, autores de cuadros con una visión de paraguas frente a los balcones del Cabildo, diciendo que en aquel año aún no se conocían los paraguas en Buenos Aires. Podemos desvanecer los fundamentos de su malignidad; en aquel entonces, y desde largo tiempo antes, se conocían y eran usados por cualquier persona, paraguas como los de hoy en día. La mención de paraguas se halla en muchos documentos de 1809 y años sucesivos”. Entonces: sí había paraguas en la época, lo que tal vez pueda discutirse es el grado de difusión de dicho elemento entre la población, es decir, si disponer de uno de ellos estaba al alcance de todo el mundo o eran un artículo reservado para el consumo de la elite. Nos inclinamos por la segunda posibilidad.
Y entonces ¿en qué queda lo de “el Sol del 25 de Mayo”? Es una cuestión simbólica: el sol representa el nacimiento de una nueva nación y en particular el Sol Incaico (los incas eran los Hijos del Sol), en un contexto donde tras la revolución se revalorizó el pasado indígena, por lo cual hasta hoy vemos el Sol Incaico en nuestros símbolos nacionales (el escudo y la bandera).
Asimismo, en las poesías escritas en el período de la revolución y la independencia hay alusiones al Sol del 25 de Mayo. En la Lira Argentina encontramos, entre otras, la poesía Oda, en unos de cuyos versos leemos: “A tierra, polvo, y nada/ Quedará reducido por un rayo/ De tantos, que fulmina el sol de mayo/ En una de tus horas claro día/ Se oyó la vez primera/ Aquella grata voz que repetía/ En torno de la esfera/ En ecos dulces, tiernos, soberanos/ Libertad, libertad, Americanos”. O la Canción Patriótica que, entre otros versos, dice: “Al sol que brillante/ Y fausto amanece/ Aromas, y canto/ América ofrece/ La lóbrega noche/ De la servidumbre/ Huyó de la lumbre/ Del Febo de Mayo. (…) La patria despierta/ Y su rostro hermoso/ Baña luminoso/ El rayo solar”. Por último, citamos algunos versos de Al 25 de Mayo de 1822. Oda Patriótica: “Salud, astro del día refulgente/ Sol de mayo, salud; la patria mía/ Alborozada en el augusto día/ Que la miró naciente/ Jamás tan placentera (…)”. web: http://trascarton.com.ar/…/307-illovio-el-25-de-mayo-de-181…

 

2018 fue un año con extremos meteorológicos que quizás con el paso de los años no nos sean fáciles de advertir. Las lluvias fueron un 9% encima de la media, un valor poco llamativo desde el punto de vista estadístico. Pero en al año que recién termina tuvimos excesos como la sequía extremas del verano y concentración de lluvias en temporales muy intensos.

La gran sequía provocó máximas en las temperaturas como las de principio de febrero y tuvimos tres meses de invierno realmente muy fríos. Entre ambos períodos dejaron a 2018 como más cálido que 2016 pero más frío que 2017,  aunque sus extremos superaron a los años anteriores.

Algunos datos que nos dejó 2018:

La temperatura máxima: 39.1º el 8/2.

La temperatura mínima -4.7º el 24/6, en el área rural bajó hasta -5.8º.

La semana más cálida fue del 2 al 8 de febrero: 27.8 grados de promedio.

La más fría del 12 al 18 de junio con 7.4 grados de promedio.

Tuvimos 11 días con temperaturas de cero o bajo cero. En 2017 fueron 5, y en 2016 se registraron 8 días con esas temperaturas.

Llovieron 1176 mm (100 más que el promedio).

Tuvimos tres temporales importantes. El primero de ellos del 20 de abril al 11 de mayo, llovieron 325 mm. El segundo del 10 al 17 de noviembre con precipitaciones de 116 mm (el dato es para Salto, pero en Arroyo Dulce las mismas llegaron a 260 mm). El tercero fue en diciembre, del 11 al 14, y llovieron 130 mm.

En esos tres períodos que suman 32 días llovieron 569 mm, (el 48% del total del año).

El río estrenó con éxito su “nuevo comportamiento” por las obras realizadas y no tuvimos desbordes que provocasen los desastres como los ocurridos en 2015, 2016 y 2017.

El 12 de mayo, luego de finalizado el primer temporal mencionado, el río llegó a 6.02 metros y fue su marca máxima para 2018.

Los fenómenos meteorológicos han jugado fuertemente en los hechos que han marcado el recorrido de la historia humana.

Inesperadas tormentas, crudos inviernos, inundaciones, fueron protagonistas de cambiar el curso de acontecimientos históricos que parecían destinados a seguir por un camino diferente.

Nos remitiremos a una tormenta de la que pocos saben y que cambió radicalmente la historia argentina contemporánea.

En diciembre de 1978 la confrontación bélica entre Argentina y Chile parecía inevitable, el “Conflicto del Beagle” estaba en su pico de máxima tensión, y esa guerra que solo estaba destinada al desastre para las dos naciones, abriría una herida que seguramente tardaría décadas o siglos en cerrar.

La intervención de Juan Pablo II en el momento casi inicial del conflicto armado, impidió el desastre.

Hasta aquí, la historia conocida… ¿pero qué le permitió a Juan Pablo II llegar a tiempo para esa intervención?

El gobierno argentino había decidido que el inicio de las operaciones sería el 20 de diciembre de 1978 a las 20 horas (luego de un primer aplazamiento del día 15 de diciembre). La Armada ocuparía las tres islas en disputa, Nueva, Picton y Lenox y una serie de islotes en el cabo de Hornos,  llamados Horn, Freycinet, Hershell, Deceit y Wollaston.

El mensaje de mediación papal llegó a tiempo, a las 8 de la mañana del 22 de diciembre. ¿Cómo llegó a tiempo, si las operaciones iban a empezar el día 20?

La Escuadra Argentina debió posponer la invasión por una gran tormenta que impidió totalmente la operación planeada, y debió regresar cuando ya navegaba hacia sus objetivos. Quizás no tener un buen pronosticador de turno nos haya salvado de una catástrofe mayúscula. Olas de 12 metros impidieron la operatividad de helicópteros que debían despegar del Portaviones 25 de mayo, y también la navegación de lanchas de desembarco, imposibilitando el accionar de buzos tácticos. Además las tripulaciones sufrieron mareos por esa violenta tormenta.

El nuevo día D pasó al 22 de diciembre a las 20 horas. A esa hora deberían ocuparse las islas de cabo de hornos, a las 22 las Picton, Nueva y Lenox y las 0.00 horas del 23 comenzar el ataque sobre Punta Arenas y Puerto Williams. La mediación papal llegó 12 horas antes de la hora señalada. Pero quizás, haya que creer en los milagros, y la tormenta del día 20 de diciembre proporcionó ese puñado de horas que permitieron salvar miles de vidas argentinas y chilenas.

Sólo en la primera semana de guerra se esperaban treinta mil muertos, cifra reconocida por ambas partes. Un gran desastre de nuestra nación en el siglo XX fue evitado por la mediación papal, pero previamente, por la intervención divina de una tormenta, que por suerte esa vez… nadie la vio venir.

Fuentes consultadas: Suplemento Zona Clarín 20/12/1998; Televisión Nacional de Chile, “el año que vivimos en peligro”; Hugo Presman, Diario Registrado, “La locura bélica”; Bruno Passarelli, “El delirio bélico”.

En esta nota abordaremos la comparación de temperaturas de septiembre en los últimos cuatro años.

La misma es a efectos de tener un elemento más para el análisis de la dinámica de las malezas de emergencia primaveral.

Septiembre de 2018 fue calificado por el SMN a nivel país como el más caluroso de los que al momento existen registros.

Nuestra zona no fue la excepción y este mes se mostró claramente más cálido que sus homólogos de años anteriores.

Si separamos al mes en sus tres décadas, el de 2018 resultó ser el más cálido en las tres. Acentuando diferencias en la segunda y la tercera.

2015 y 2016 promediaron a lo largo del mes 14.0 grados. En 2017 la media fue de 14.7 y en 2018 de 16.8 grados.