La fecha bisagra, 18 de diciembre

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La campaña agrícola 16-17 tuvo claramente un antes y un después del 18 de diciembre.

Hasta esa fecha el panorama hídrico asomaba como sombrío. A esto se sumaban algunos pronósticos de sequía para enero.

Pero entre el 18 de diciembre y el 15 de enero llegaron lluvias abundantes, pero no excesivas, y corrigieron el rumbo de la campaña.

Aquí vale la pena aclarar que nos referimos a las lluvias ocurridas en el partido de Salto, porque a pocos kilómetros al noroeste de nuestro distrito,  la magnitud de las precipitaciones ocasionó desastres a gran escala.

Esas lluvias provocaron excesos que arrastraron por nuestro río provocando inundaciones de gran magnitud en nuestra ciudad y pérdidas totales en los campos ribereños.

Es importante destacar este punto del que poco y nada se habló. Hay productores en Salto que tuvieron pérdidas muy importantes. A veces, cuando el desastre no es general, poco se mira la calamidad particular que sufrieron unos pocos. La cosecha que se avecina en Salto es muy buena, pero no lo será para todos, y es bueno que se sepa.

Volviendo a la fecha bisagra de la campaña, podemos comparar la situación de cada 18 de diciembre de los últimos 16 años, haciendo referencia al promedio de lluvias de lo que ocurrió en los últimos 66 años.

En los períodos comparados, 30 y 60 días previos a esa fecha, en el último diciembre vemos que sólo en los años 2010 y 2011 el 18 de diciembre presentaba un panorama peor que el de 2016.

En el segundo cuadro podemos ver el brusco cambio que presentan las lluvias a partir de esa fecha. Sólo en la campaña 2009-10 las lluvias de los 30 días posteriores fueron mayores que en esta temporada. Y también los 60 días posteriores presentaron una anomalía positiva (no tan notable) que se ubica cuarta entre las 16 campañas analizadas.

Durante ese período de lluvias definieron sus rindes los lotes de maíz sembrados en el mes de octubre y los cultivos de soja de primera. Los campos con maíz de primera sembrados en septiembre quizás sufrieron en distintas magnitudes los déficits previos.

Los cultivos de soja de segunda apuntan hacia un buen rendimiento, pero en la última etapa de la campaña las lluvias han sido erráticas y se encuentran zonas con faltantes que están perjudicando el rendimiento de este cultivo.

A pocos días del comienzo de la cosecha, los resultados de la misma tendrán una gran parte de su explicación en lo ocurrido pre y post 18 de diciembre.

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