Se utilizan para la captura de insectos principalmente Lepidópteros Noctuídos, que tienen hábitos crepusculares o nocturnos.
Atraen a los insectos porque la alta iluminación de la misma, con respecto al ambiente circundante, altera los mecanismos fotorreceptores, haciendo que lo insectos se dirijan hacia el foco de la luz.
Como fuentes de luz más usuales son utilizados los tubos fluorescentes. El insecto así atraído será retenido mediante un cono invertido liso a un recipiente en la parte inferior del mismo.
Cada día se juntan los adultos de estos insectos capturados y se releva su población. Mediante el armado de curvas para seguir su evolución, podemos saber con anticipación la aparición de larvas en los diferentes cultivos.
En Salto, el Laboratorio Agropecuario TELLAGORRI genera esa información que es cotejada con otros puntos en el norte de la provincia de Buenos Aires. De esa manera el INTA Pergamino, emite alertas generales o particulares a cada zona donde pueden producirse ataques.
Los Ingenieros Agrónomos que monitorean cultivos durante el verano utilizan esta información para seguir a la plaga dentro del lote. De esta manera se evitan “aplicaciones por las dudas” o preventivas dado que el monitoreador ya está avisado del posible ataque y sigue su evolución dentro de los lotes. Que se genere un alerta no quiere decir que se haga una aplicación, es sólo aumentar la atención sobre esa plaga.
Por ejemplo la “ísoca medidora”, Rachiplusia nu suele aparecer en los campos luego del alerta de las trampas de luz, pero raramente llega a causar daños severos porque es controlada por enemigos naturales. Ese proceso es el que observa el monitoreador en el campo y sobre esas situaciones decide si se harán o no los controles químicos.
