Sequías… de antes, de ahora, de siempre

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Los números pluviométricos de la campaña son comparables a las principales sequías históricas. En un repaso de 1951 a la fecha en los registros de la localidad de Berdier nos encontramos que un trimestre clave como lo es noviembre/enero solamente en 1956/57 y 2011/12  las lluvias fueron menores al de este período 17/18.

En 2011/12  tuvimos un febrero de 252 mm que salvó sojas de segunda y enderezó el rumbo de las de primera. Pero esa campaña se recuerda como la peor de la historia para el cultivo de maíz.

Otra sequía que marcó fuertemente fue la de 2008/09. Esa campaña también tuvo un febrero generoso, de 152 mm, que alcanzó en cierta manera para que la debacle de la soja de segunda no fuese total, pero no llegó a salvar mucha de la de primera. Esa temporada podemos catalogarla como la peor en la época del cultivo moderno de soja. En el país se perdieron 20 millones de toneladas. Para encontrar un desastre similar deberíamos retroceder a la campaña 1988/89. Esa sequía resultó fundacional para el arranque de la siembra directa. Los escasos lotes que se habían cultivado de esa forma en aquella temporada superaron claramente en rinde a los de labranza convencional.

Sumar milímetros y comparar meses puede llevar a un engaño sobre la situación de los cultivos, o el porqué de su estado.

Cuando la “cuenta corriente” no alcanza, hay que recurrir a la “caja de ahorro”. Esas reservas no son iguales todos los años, por eso con lluvias similares, las sequías son diferentes.

Tampoco todos los cultivos tienen la misma capacidad para usar esos “ahorros”, ni todos los campos tienen las mismas reservas.

En MeteoSalto mencionamos en muchas notas la importancia de los niveles de la napa freática. A veces causando dolores de cabeza, como en épocas de anegamientos, pero en otras ocasiones como ahora, un factor clave para sostener la campaña ante los deplorables numeritos de lluvia.

La napa es la memoria que tiene el suelo de lluvias anteriores. No sólo de los últimos meses, sino de los últimos años. Y cuando llega una sequía como la actual, su nivel determinará la salvación o no de una cosecha de verano.

Al repasar el cuadro de lluvias invocando sequías anteriores, quizás muchos no recuerden algunos de estos eventos porque  no golpearon fuertemente. Tal el caso de la campaña 94/95. Las lluvias de esa temporada fueron muy pobres, pero hacía apenas unos meses que el partido de Salto (en 1993) había sufrido la peor inundación de la que se tenga memoria. Esa gran cantidad de agua en el subsuelo permitió que los cultivos pudiesen sobreponerse a un verano de muy pocas lluvias.

¿Qué pasa este año? Como quedó dicho, lluvias muy pobres, entre las peores de la historia a partir de noviembre. Ese dato es muy malo para cualquier cultivo de nuestra región, ya sean sojas de primera o segunda y maíces de primera, tardíos o de segunda.

El punto bueno es que arrancamos con un muy buen nivel de reservas y nivel alto de las napas. Este factor de por sí fue casi salvador para los maíces de primera y de gran ayuda a las sojas de primera para sus etapas iniciales. Pero las reservas se han ido consumiendo en un gran porcentaje y teniendo en cuenta que los cultivos de segunda tuvieron previamente un sembrado y además sus raíces profundizan menos, el riesgo de los mismos es muy alto. En el siguiente cuadro vemos una comparativa histórica de sequías con un nivel estimado  de napa al comenzar y finalizar el trimestre analizado.¿Qué pasa en febrero?

Solemos escuchar en el ambiente rural que en febrero las lluvias son seguras. ¿Realmente es así? Un repaso por las lluvias del segundo mes del año nos permite reconocer que en los últimos años las lluvias han sido abundantes. Esa “memoria corta” que predomina en el tema meteorológico no es ajena al ámbito agropecuario. De los últimos 67 febreros vemos que las chances de lluvias escasas o abundantes son similares.

Para revalidar el concepto de «memoria corta», el mismo se afianza al comprobar que cinco veces en los últimos ocho años en febrero llovieron más de 180 mm y solo una vez en los últimos 12 menos de 60 mm.

Primero deberemos esperar que las precipitaciones lleguen, y si llegan… lo harán a tiempo?

 

 

 

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