2015, el año que vivimos en peligro (segunda parte)

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Después de alcanzar los 4.36 metros, a las 6 de la mañana del 1ro de agosto de 2015, el río comienza a descender. Lo hace hasta la madrugada del 6 de agosto cuando llega a 1.87, momento que retoma su ritmo creciente por las lluvias de esa jornada.

altura rio

Las lluvias comenzaron en la noche del 5 y se prolongaron hasta el 7 a la mañana. En Salto, la marca fue de 101 mm, pero el diluvio no sólo fue en nuestra ciudad, sino en toda la cuenca. Y a los números de los excedentes que ya traían los parámetros hídricos de 2015, se sumó esta nueva lluvia que llevó el nivel de nuestro río a 7.70 en el amanecer del 7 de agosto.

Faltaba el golpe de gracia. En el mediodía del 8 de agosto, el nivel descendió (una manera de decir) a 6.83, el río estaba desbordado y comenzaba un fin de semana que traería el último eslabón para desencadenar la catástrofe. Sin llover, retomó la suba luego del mediodía del 8. Llegaban las aguas de la cuenca alta. Pero el domingo 9 y el lunes 10 cayeron 122 mm en Salto y algo más en la parte alta de nuestra cuenca. El nivel creció hasta el día 11, cuando a las 17 horas la marca de 9.37 quedaba como el máximo registro histórico de una crecida de nuestro río.

Continuando con lo visto en la primera parte de la nota, veamos como quedaron los parámetros de 2015 versus el resto de los años.

tablita inundacionesLos números son abrumadores, tanto los de los primeros diez días de agosto como los previos.

Los 223 mm hubiesen causado una calamidad de una u otra manera. ¿Cómo hubiese sido la magnitud del desastre si esas lluvias hubieran ocurrido en los años anteriores o bien en este 2016?

Año 2012: Llovieron 75 mm en los primeros 10 días de agosto, pero imaginemos 223 mm, y comparemos como quedaban los números respecto a 2015. Claramente, en 2012, el impacto de lluvias similares a las de 2015, no hubiesen causado el mismo daño. El Impacto hubiese sido menor.

2012 vs 2015

Año 2013: El dato más contundente a favor de 2013 era el acumulado anual respecto a 2015. Los últimos 36 meses mostraban claramente excesos en 2015, lo que lleva a inferir que las napas de 2015 estaban mucho más altas que las de 2013 y no permitían recibir volúmenes importantes de agua. Deducimos un impacto levemente menor.

2013 vs 2015

Año 2014: En este año la situación hídrica ya mostraba síntomas de excesos, con encharcamientos, napas altas y el río creciendo con mayor frecuencia. Si en agosto de 2014 recibíamos lluvias similares a las de 2015, el desastre hubiese sido al menos igual que en 2015 y probablemente algo peor. Impacto similar o levemente superior.

2014

Año 2016: El año que transcurrimos trae indicadores de corto plazo negativos, pero aún mantiene un importante valor en las lluvias de los últimos 36 meses, lo que lleva a pensar que aún hay baja capacidad de retener precipitaciones como las del año pasado. De cualquier manera empezamos a contar con más datos. MeteoSalto lleva desde noviembre pasado relevamientos de napas, y las mismas están en niveles más bajos que en ese momento. Si bien aumentaron con las lluvias de abril, no llegan a los valores de la primavera pasada. Podemos suponer que esas lluvias de 2015, cayendo este año provocarían un impacto algo menor que el año pasado.

2015 vs 2016

Tener datos, mirar la historia, relevar la cuenca, son tareas que no evitan desastres, pero puede prendernos luces amarillas a tiempo y atenuar las desgracias de una catástrofe como la que tuvimos en 2015.

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