2016/17 … lo que viene… ¿alguien lo sabe?

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Ante un panorama aún incierto de los próximos escenarios meteorológicos, comienza una nueva campaña. El ciclo inicia con abundante reserva de humedad en los suelos. Ideal para el arranque y consolidación de legumbres y cereales de invierno. ¿Qué esperamos para la temporada 2016/17, cual será nuestro panorama hídrico?

Está claro que este  Niño muy fuerte ya está en retiro. Es algo objetivo. La temperatura del Pacífico ecuatorial disminuye rápidamente, y eso genera expectativas sobre el contexto en que se desarrollará la próxima campaña.

Escenarios, que por ahora solo dejan claro que no habrá un evento Niño de significancia, pero las distintas agencias mundiales de meteorología aún no encuentran un camino común en la predicción de lo que viene. Desde Niños débiles a Niñas fuertes, el abanico pasa por todas esas variables.

Dadas las reservas acumuladas durante este otoño, y el nivel de napas freáticas alcanzado por cuatro años consecutivos con lluvias por encima de la media, lo mejor que nos puede pasar es tener un año de lluvias promedio o levemente debajo del mismo. Será clave la distribución de las lluvias, más que su cantidad.

Aún hay muchas hectáreas de campos en nuestro partido que no han sido sembradas en las últimas campañas porque el nivel de las napas anegaban la superficie del terreno.

Si vamos hacia un evento Niña, es posible (no seguro) que estemos tocando el fin de un frenético período de lluvias que arrancó en 2012 y se extendió por cuatro años.

En la serie de datos históricos de la localidad de Berdier, el acumulado de 48 meses consecutivos desde enero 2012 a diciembre de 2015 fue de 5320 mm.

En el gráfico se observan los acumulados en 48 meses consecutivos en los últimos 66 años.

4 años

Para encontrar una cifra superior debemos remontarnos a la secuencia septiembre de 1989 a agosto de 1993 con 5325 mm. Y el record fue en ese tiempo también.  Desde diciembre 89 – noviembre 93 la marca llegó a 5652 mm.

Por lo que las lluvias actuales no son inéditas, las de la década del 90 fueron superiores. Y si retrocedemos un poco más, en la década del 70, hubo lluvias que también superaron a las actuales.

En los 48 meses de diciembre de 1974 a noviembre de 1978 el milimetraje llegó a 5526.

¿Qué pasó en los 48 meses siguientes a esos períodos? En la década del 70 las lluvias descendieron un 24% y en la década del 90 en un 29%. Esto llevó las precipitaciones a niveles levemente debajo de los promedios anuales.

¿Será lo que viene? ¿Será más sencillo de lo que aparenta y se pronostica? En lo que va de 2016 las lluvias ya corren con un 9% de déficit (más allá que la sensación es de excesos, en Salto los números reales son esos. No fuimos el litoral.), y con el Niño en retirada, no será fácil recuperar ese faltante durante el año calendario.

Si bien vivimos con cierta urgencia de lo que ocurre con el tiempo día a día, y creemos siempre que el tiempo está loco, lo cierto es que la naturaleza suele repetir algunos ciclos, y a veces, solo es cuestión de mirar un poco hacia atrás.

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