El Retroceso

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Una vez más, y como  en tantos eneros, esperando la lluvia. La producción agropecuaria está expuesta a los vaivenes del clima. Sequías, inundaciones, heladas fuera de fecha, olas de calor, etc. La sequía es una habitual visitante, podríamos decir que es un hecho ordinario. Las inundaciones son hechos extraordinarios en la actividad. Es por eso que la mayoría de las alternativas técnicas que se prevén en el campo son para contrarrestar la escasez de agua. Así fue, que hace unos 25 años se implementó la siembra directa. Es una herramienta para defenderse de las pérdidas de humedad por la evaporación provocada al remover el suelo. Ayuda a mantener  la estructura del perfil del suelo (esto desde ya debe ir acompañado de adecuada rotación), que junto con la cobertura de rastrojos permite mayor infiltración del agua de lluvia y por lo tanto mayor aprovechamiento de la misma.

Lamentablemente no estamos preparados para almacenar toda el agua que sobra en un momento para cuando la misma falte.

Y si bien el fenómeno del niño es real, la sequía por la que estamos atravesando también lo es.

Al 22 de enero, el bimestre diciembre 15 –  enero 16 es el tercero menos lluvioso desde 1951. Solamente es superado por las temporadas 08-09 y 56-57. Desde ya que quedan 9 días para que esa posición cambie. Pero este bimestre es el corazón de una campaña agrícola, y si no fuese por el arrastre de los meses de primavera,  a esta altura el desastre sería casi total. Las napas, de las que tanto hablamos en Meteosalto han hecho su trabajo, y ese nivel que perjudicó en su momento, ahora se ha vuelto un factor favorable.napas

Han desaparecido lagunas, y la superficie anegada de los campos se redujo notablemente. Los arroyos y el río también han disminuido los caudales que arrastraban hasta semanas atrás. La franja al este de Salto, entre las rutas 7 y 8 es la zona más afectada. Allí, las lluvias desde el primero de diciembre no llegan a 50 mm. nivel rio

A quienes producen en esa zona poco importará escuchar en el próximo otoño de un record de cosecha nacional gracias a las lluvias, cuando el fracaso de sus cosechas será paradojicamente por una inusual y descomunal sequía en esa porción del territorio nacional.

Esperemos que eso no suceda, si bien ya hay pérdidas, aún queda margen para revertir la marcha de la campaña.

En la nota del 17 de diciembre el título era “Niño no te vayas, niño vení”, el fantasma de las periódicas sequías se mostraba para quienes ya tenemos varios años de experiencia en este tipo de situaciones.

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