Las alarmas de sequía comenzaron a sonar en nuestra región. Desde hace varias semanas en Meteosalto informamos sobre una franja seca que ocupaba el este de Salto, extendiéndose hacia Carmen de Areco al sur, y Capitan Sarmiento al norte. Durante esas semanas, de Rojas hacia el oeste las lluvias se mostraron más generosas. Pero las precipitaciones comenzaron a retirarse de varios puntos de la zona, incluso esa escasez de lluvias, se extendió al centro de la provincia y a Entre Ríos.
Las lluvias de la semana pasada volvieron a ser aisladas, y en general escasas, por lo que el alivio fue muy leve.
Ya no se habla de cosecha record, si bien la misma, aún es posible a nivel país
La falta de lluvias de diciembre puede revertirse en enero. La falta de humedad de enero, puede compensarse en febrero. Un febrero de pocas precipitaciones no puede ser reparado porque la cosecha jugó todas sus fichas.
El principal cultivo del país, la soja, tiene su fase crítica en la etapa de llenado de grano. No es la floración como en otros cultivos. Y en nuestra zona, eso ocurre básicamente en febrero. No hay un mañana para la soja cuando llega ese mes. Un febrero seco sólo puede llevarse adelante con reservas de enero o diciembre.
Pero enero y diciembre se tomaron todas las reservas de primavera y no repusieron nada. Febrero tiene caja vacía, tendrá que generarse sus propios recursos (agua).
El segundo mes del año no tiene un comportamiento predecible. Con un promedio de 120 mm es el tercer mes en cantidad de lluvias.
No tiene claras respuestas al niño o la niña. En los años Niña su promedio es de 165 mm. En los Niño es algo menor, 156 mm. Los años neutros tienen un promedio de 106 mm. 1962 con 12 mm es el febrero más seco registrado a la fecha, y 1971 con 348 el más lluvioso.
Su comportamiento por décadas también es muy variable. Febrero de 2016 es una moneda lanzada al aire, allí se juega la suerte del año.